Ya llevo casi un mes en el servicio de cirugía general, me ha gustado, el trato que tienes los erres hacía los internos es diferente. He aprendido mucho, creo que aún me falta mucho por aprender, hay días que se me hacen más largos que otros.
El día de ayer decidí salir a tomar unas copas con otros MIPS, al principio llegamos a un lugar donde venden costillas y cerveza, estuvimos bebiendo como orates, posteriormente fuimos a una pulquería en el centro de la ciudad, la primera vez que probe el pulque y...NO ME GUSTO NADA.
Nos vimos con una R de anestesiología y seguimos la fiesta, aproximadamente a las 2:30 am sólo quedamos un MIP y yo, vagando por la ciudad ahí fue cuando empezó una de esas experiencias de vida que te quedas así de no mames.
Nos disponiamos a ir a dormir cuando en un semaforo un coche se nos emparejo, dentro había un sujeto que luego supe se llamaba Juan o al menos ese fue el nombre que nos dio y nos invito a seguir la pedacera a un bar que se encuentra al lado de un mercado, como no teníamos nada que hacer y aún queriamos fiesta, decidimos seguirlo.
El bar estaba clausurado por lo que decidimos irnos a nuestras casas y justo en otro semaforo, Juan se nos volvió a emparejar, nos dijo que fueramos a otro bar, accedimos y lo seguimos a otro bar en donde ya no había servicio debido a la hora, fue cuando Juan propuso un último intento, ir a un bar en Guanajuato. Eran las 4:00 am.
Maneje hasta la entrada a Guanajuato, retornamos en la autopista y nos adentramos en un camino de terraceria, llegamos a un bar enorme donde había aún muchos autos fuera y camionetas de la policia. En ese momento pensé en huir pero si ya había viajado tanto en busca de fiesta no podía perder la oportunidad de lo que me deparaba el destino.
Dentro del "bar" era un degenere total, de hecho ha sido el lugar más bizarro que he visto en mi vida, nos sentamos, conversamos, bebimos hasta las 5:30 am, Juan se despidió y yo me quede con el MIP viendo la naturaleza del lugar. Decidimos que era suficiente por ese día.
No sé si tengo ganas de regresar o nunca volver a ir, lo único que me queda claro es que siempre tienes que VIVIR LA AVENTURA.